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Cambiar algunos hábitos puede mejorar tu descanso y, así, tu calidad de vida. Seguí los consejos de nuestros profesionales del sueño.
DURANTE EL DÍA:
- Planificar su día: armar rutinas con horarios fijos para acostarse y levantarse.
- Levantarse de la cama al despertar, no permanecer en la cama más tiempo del necesario.
- Exponerse a la luz solar. La luz solar es un regulador natural del ritmo circadiano.
- Realizar ejercicio durante el día (como pasear 30 minutos o alguna actividad que le genere cansancio).
- Evitar el consumo de bebidas con alcohol y otros estimulantes (nicotina, café, té, mate, bebidas cola y bebidas energizantes) después del almuerzo y especialmente cerca de las horas de sueño.
- Se aconseja no dormir siestas, en caso de hacerlo la duración máxima aconsejada es de 20 minutos.
- Utilizar la cama para dormir. Realizar otras actividades como trabajar, usar la computadora, ver series o leer en otros espacios como salas de estudio o living/comedor.
POR LA NOCHE, ANTES DE ACOSTARSE:
- Cenar alimentos livianos. Acostarse al menos una hora después de comer.
- Preparar un ambiente propicio para dormir: temperatura adecuada, sin luz ni ruidos que puedan molestar (ej.: relojes despertadores, televisores y otros dispositivos electrónicos en la habitación).
- Se recomienda el uso de aplicaciones que bloqueen la luz azul de los dispositivos electrónicos (muchos de ellos ya están incorporados en teléfonos celulares y tablets).
- Practicar actividades de relajación (meditación o ejercicios de respiración) antes de irse a dormir.
AL ACOSTARSE:
- Disponerse a dormir: evitar usar este momento para pensar en situaciones a resolver, pendientes o planificar actividades del día siguiente.
- Si no se consigue dormir, levantarse de la cama y realizar alguna actividad relajante.
Si tiene problemas de sueño consulte con un profesional de Medicina del Sueño del Hospital Británico.